
Los días se alargan sobre el laúd del ocaso
vuelan las aves en los surcos tejidos de mi pena
en las espumas de papel bordare los quejidos
y soplare sobre los algodones mis arreboles
ya no quiero pulcros y tristes días cotidianos
ni hormigas enardecidas sobre mi estomago
llore por el olor a la hierba que se poso en mi espalda
nada duele mas que sentirse sola
me poblare de alondras ciegas
y de brisas purpuras
cortare las ciruelas impregnadas de veranos
y me cuajare de lavandas y violetas
escondo un llanto que arranca palabras
me siento como un día de otoño
como hoja seca sobre el légamo
que espanto haber llegado a este punto.
LEDESKA
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